lunes, 29 de enero de 2024

Antigua Aduana: Colegio Hermanos Maristas

Los primeros datos de la existencia de una Aduana en Sanlúcar de Barrameda datan del año 1380.

La primera que se tiene constancia es la denominada Aduanilla, y se encontraba en la esquina entre la Calle Bolsa y la Plaza del Cabildo.

Pero al objeto de establecer la Aduana en Bonanza y construir alrededor de ella un pequeño poblado, se designó al ingeniero de Marina, primer comandante del batallón de la Real Brigada, Vicente Sánchez Arquero, bajo cuya dirección comenzaron las obras en 8 de marzo de 1832, terminándose al año siguiente.

Se construyó un muelle para desembarco de pasajeros y otro para mercancías, un cuartel para carabineros, un edificio para capitanía del puerto, un edificio principal para aduana, ocho manzanas de casas para viviendas y una iglesia con una plaza delante de ella.

Al estar el verdadero puerto de la ciudad de Sanlúcar de Barrameda en la zona de Bonanza, el 1 de julio de 1834 comienza a funcionar la Aduana en este lugar, aunque sólo estuvo en funcionamiento desde el 1 de julio de 1834 hasta septiembre de 1835, es decir poco más de un año, trasladándose la misma a Sevilla, parece ser, entre otras razones, por un "levantamiento tumultuario".

A raíz del cierre quedaron desiertos los edificios construidos, obra que había costado dos millones de pesetas.

La noche del 9 de febrero de 1838 ocurre un hecho que algunos dicen que se esperaba, que es la caída de la iglesia que se había construido para el poblado, desplomándose el techo, muros y campanario.

La iglesia, que se había construido el año 1832, nunca había llegado a utilizarse como tal y parece que en su construcción se utilizaron materiales que no eran de buena calidad.

El 18 de febrero del año 1853 y debido a las gestiones que habían realizado el duque de Montpensier, se bendijo y se abrió al público una iglesia en Bonanza, que se encontraba en el antiguo edificio de la Aduana.

A la bendición acudió el vicario de la ciudad, así como también estuvieron presentes los duques de Montpensier.

Esta iglesia se suprimió más tarde al venderse el edificio a unos particulares.

El año 1909, la ciudad de Sanlúcar de Barrameda ofreció un hospital de sangre para los heridos de Marruecos, que atendería a cien soldados heridos en la guerra, hasta que estuvieron restablecidos.

El conde de Aldama, propietario del edificio de la antigua Aduana, también envió al presidente de la Diputación de Vizcaya un telegrama donde ofrecía su palacio de Sanlúcar, para los heridos de la guerrilla de Vizcaya, aunque el ofrecimiento no fue aceptado.

El edificio de la Aduana fue hospital de sangre hasta el 20 marzo 1910, es decir solo unos meses, hasta que los heridos estuvieron repuestos.

Edificio que fue aduana, almacén de vinos de exportación sobre todo hacia la Bretaña francesa, durante unos meses hospital militar, convento de monjas de clausura, seminario de la diócesis de Sevilla desde 1946, en él estuvieron una comunidad de monjas reparadoras o los padres escolapios, aunque no llegaron a cuajar.

El cardenal Pedro Segura compró el edificio de las religiosas Salesas Reales, el antiguo edificio de la Aduana, lo remozó y amplió, y en él instaló el seminario de verano y, posteriormente, el instituto eclesiástico diocesano. El edificio pasa a la curia arzobispal de Sevilla que lo dedica a seminario de verano y el Instituto Eclesiástico Diocesano Nuestra Señora de los Reyes.

Cuando llega al arzobispado de Sevilla Bueno Monreal, primero lo utiliza como instituto diocesano para el servicio pastoral y luego a partir del día 1 de octubre del año 1955, se inaugura el colegio de los Hermanos Maristas Nuestra Señora de los Reyes, que durante unos años contó incluso con internado.

Los Hermanos Maristas no adquirieron la propiedad del colegio el año 1992 hasta entonces era de la iglesia.

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