sábado, 10 de junio de 2017

Enrique Romero Vilaseco: Virgen de Barrameda

Antes de continuar hablando de la Stma. Virgen de Barrameda, vamos a adentrarnos en el Monasterio de Santa María de Barrameda y para ello vamos a citar textualmente lo que escribió el doctísimo Padre Sirgüenza, cronista a la sazón de la Orden de los Padres Jerónimos en aquel tiempo:
"La más antigua de ella es Santa María de Barrameda; está sentada esta casa junto a la ciudad de Sanlúcar, en un hermoso sitio donde se ven en la bahía entrar y salir los navíos y mucha diferencia de velas y barcos. El aire es allí muy sano y el suelo apacible y de mucho regalo. El principio fue ermita que estaba allí de Nuestra Señora con quien los marineros tenían y tienen mucha devoción. Los Duques de Medina Sidonia edificaron la casa, que aunque no eran patronos de la ermita éralo un pariente suyo, y de su conocimiento lo hicieron. Dicen que el intento del Duque fue que sirviese como de recreación o enfermería a los religiosos de San Isidro. La renta es poca; las más son limosnas y los votos de los que en el mar se encomiendan a la Virgen Santísima, y las misas que se manda decir".
Podemos ver claramente que cuando la Orden de los Frailes Jerónimos llegan a Sanlúcar sobre 1440, existía ya en nuestro pueblo la imagen de Santa María de Barrameda, cuya ermita estaba asentada cerca del puerto de Bonanza. Esta primitiva ermita, que luego se convirtió en Monasterio de Jerónimos, perteneció o estuvo bajo la custodia de la Orden de los Caballeros Templarios de Sevilla, que la gozaron el año de 1312, ya que a partir de esta fecha fue extinguida su militar religión en toda la cristiandad.
Una vez adentrado, aunque sea someramente en el monasterio de Santa María de Barrameda, vamos a centrarnos en el principal motivo de este artículo y que no es otro que el de la Stma. Virgen María bajo su advocación de Barrameda.
Como hemos dicho anteriormente la antigua imagen que tuvo como título Santa María de Barrameda, fue la primera Patrona de nuestro pueblo, y a ella recurriría con fiestas, rogativas, etc., en sus más urgentes necesidades.
Para los historiadores sanluqueños, que han publicado las diferentes historias de nuestro pueblo, el origen de la palabra Barrameda, aún al parecer, no está muy claro.
Mientras que Guillamas sostiene la teoría de que el segundo nombre de nuestra ciudad, es decir, Barrameda, lo tomó Sanlúcar de la imagen de Santa María de Barrameda y de su antigua ermita; para Pedro Barbadillo, es al contrario y fue la Virgen y la ermita quienes tomaron el nombre del antiguo puerto de Bonanza, que se llamaba anteriormente puerto de Barrameda, y del cual también lo tomó la ciudad.
Sabemos igualmente, y pasando a otro apartado, que esta imagen fue en su tiempo la gran devoción marinera de Sanlúcar, cosa que se desprende del citado texto del padre Sirgüenza, y por ello fue primordialmente una devoción de los hombres de la mar y una devoción igualmente sobre todo y, por encima de todo, de nuestro pueblo. Podemos decir que junto a la devoción marinera que Sanlúcar le profesó a la Virgen de Barrameda que, incluso me atrevo a decir, fue la más venerada como tal devoción marinera, ya que son más antiguos sus orígenes y porque siempre estuvo su ermita y su posterior monasterio enclavado cerca de la ribera del mar.
Por otro lado es la Virgen de Barrameda una de las devociones que tuvo mayor arraigo y mayor relevancia en nuestro pueblo. Basta decir que para confirmarnos en ello, es la única imagen de la Virgen que, junto a la de Ntra. Sra. de la O, venerada actualmente en la Parroquia que lleva su nombre, aparece en unos estudios realizados por el insigne autor D. Hipólito Sancho de Sopranis, en su libro de investigación cuyo título es. La "Mariología Medieval Xericiense".
No hemos citado entre las devociones, también de Sanlúcar, eminentemente marineras, a la Virgen del Carmen, ya que esta advocación se extiende a través, principalmente, de las órdenes carmelitanas y, aunque el pueblo también lo veneró antes de ser proclamada como Patrona de los Mares, su mayor fervor y devoción marinera, y su explosión definitiva como una imagen devocional marinera, llega con su proclamación, como tal, a principios del siglo XX.
Fue concretamente en 1901, cuando por decreto de la Reina Regente, Doña María Cristina se le declara Patrona de la Marina Española y su fiesta marinera el día 16 de julio, festividad litúrgica de la Virgen del Carmen.
Así pues, nada sabemos de lo que ocurrió con la primitiva efigie de la Virgen de Barrameda. Hoy subsiste una imagen de candelero para vestir que dudamos sea la que se veneró en la antigüedad. Esta imagen es de una belleza exquisita y de una ternura sin igual, que reproduce nuestra portada, se halla actualmente en la Casa de los Marqueses de Arizón y conserva el título de Santa María de Barrameda, que, eso sí, ha perdurado en el tiempo.
Desde estas líneas invito al Consejo de Arte Sacro de nuestra localidad sanluqueña, para que aunen sus esfuerzos en pro de la recuperación de tan dulcísima imagen, que hoy está seriamente amenazada de perderse para siempre si prospera el expediente de expropiación, que nuestro Ayuntamiento mantiene sobre las propiedades de la citada casa. Pido, igualmente, que esta imagen sea expuesta a la veneración y al culto de los fieles. De esta forma haremos realidad cuanto de misterio y enigmático rodea la tradición y la leyenda de esta querida imagen de la Stma. Virgen bajo su advocación de Barrameda.
Enrique Romero Vilaseco
El Adalid Seráfico – Mayo 1989

Santa María de Barrameda: entre la tradición y la leyenda

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