Rafael González Calderón escribió
en el número 9 de la revista Las Piletas, correspondiente al mes de agosto del
año 2003, el artículo titulado Rehabilitación del antiguo Cabildo para
Biblioteca Pública de Sanlúcar, del que transcribo lo siguiente:
Remontándonos al antiguo Cabildo
sanlúqueño, Barbadillo ya lo calificaba de “el más importante factor
representativo de la vida de la ciudad”.
No sabemos con certeza la antigüedad
del organismo capitular sanluqueño, pero muy bien puede datar, como suponía
Guillamas, “del tiempo en que la villa fue dada por el Rey a don Alonso Pérez
de Guzmán el Bueno, y acaso con anterioridad”. Nos situamos así a principios
del siglo XIII, en 1297.
La ubicación del Cabildo fue trasladándose
en el tiempo; por 1511 se reunían en una vieja torre del antiguo Alcázar, la
cual ocupaba el centro del lienzo del muro del Alcázar, recayente a la plaza,
por donde después se edificaron el Pósito viejo y la Alhóndiga. Esta torre
subsistió hasta 1546, según Barbadillo.
Desde entonces, se iban
desarrollando los cabildos en distintos lugares. Ya en 1556 se pudo inaugurar una
nueva casa consistorial, conocida como el “Cabildillo”, situada en la esquina
de la plaza y la Corredera (calle de Francisco de Paula Rodríguez), donde vivía
un zapatero y era propiedad del candelero Antón Pérez. Este local subsistiría
175 años.
Por último, desde 1715 a 1731,
duraron las gestiones y las obras para habilitar el nuevo consistorio que
llamaron de la Plaza Mayor o de la Lonja, reinando Felipe V y siendo Gobernador
de esta Ciudad el Brigadier don Francisco Escobar y Bazán.
Este último edificio, “no es de
grandiosa fábrica ni capacidad, pero sí bastante para su cometido,
especialmente desde la ampliación en el siglo pasado por la Plaza de San Roque,
que permitió llevar a él todas las dependencias municipales”, según lo describe
P. Barbadillo Delgado en su libro “Historia de la Ciudad de Sanlúcar de
Barrameda”.
Destaca el conjunto de su fachada
de piedra, blanqueada durante años, y su balcón corrido desde el cual se
juraban los soberanos y se presenciaban por la Corporación las fiestas de toros,
que antiguamente se celebrarán en la plaza de la ribera.
Nota: El artículo completo lo
puedes encontrar en el número 9 de la revista Las Piletas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario