jueves, 24 de octubre de 2024

Efemérides de Sanlúcar de Barrameda: 24 de octubre

24 octubre 1635
Se comienza la construcción de un pequeño castillo en la barranca denominada del Espíritu Santo, por el octavo duque, don Manuel. El costo de este castillo fue de 37.816 reales de vellón, sin contar las piedras. Fue renovado y mejorado el año 1770.
24 octubre 1859
El periódico La América del día 24 de octubre del año 1859 al hacer una relación de la Armada Española dice lo siguiente:
En los momentos presentes nos parece curiosísima la siguiente relación de las fuerzas marítimas españolas:
De los navíos españoles, el Príncipe entró desarbolado en Cádiz; el Santa Ana entró también en Cádiz; el Trinidad, después de rendido, varó en Arenas gordas y le quemaron por inútil; el Rayo entró el 22 de octubre en Cádiz y salió el 23 con otros desarbolado, varando después en Sanlúcar, donde se perdió.
24 octubre 1885
Comienza el engrandecimiento de la zona de Bajo de Guía, que hasta entonces no había sido más que unas cuantas chozas de pescadores. Toma tanta importancia que el 24 de octubre de 1885 en que se nombra un alcalde pedáneo y dos guardias municipales para la zona.

24 octubre 1892
El periódico La Iberia publica el lunes 24 de octubre del año 1892, el fallecimiento Pedro Rodríguez Santiago, que había sido jefe del partido liberal, y que diversas ocasiones ocupó la alcaldía de  la ciudad.
24 octubre 1908
El periódico La Correspondencia de España publica la siguiente noticia:
En el puerto de Bonanza han estado sometidos a observación dos buques rusos que traían cargamento de madera y han sido admitidos a libre plática por llevar patente limpia y no haber ocurrido novedad a bordo durante ocho días de navegación.
La población está indignada, viéndose convertida en lazareto sin reunir las condiciones necesarias.
El alcalde, Sr. Prado, haciéndose eco del sentir de los vecinos se apresuró a telegrafiar al gobernador civil de Cádiz, trasladándole la justa petición.
Los buques, que, como he dicho, estuvieron en observación, han salido ya de Bonanza.
Es muy fácil la entrada de buques en el puerto, a pesar de la vigilancia que se ejerce, y es, por tanto, muy posible un contagio si sigue el mencionado puerto convertido en una puerta abierta a las epidemias, que pueden  penetrar en la Península.
Digno es, por consiguiente, tan grave asunto de constituir una preocupación, como digna es la localidad de verse preservada como la primera.

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