miércoles, 4 de diciembre de 2013

El vuelo de las mariposas



Ayer martes, aprovechando que tenía que grabar el programa de la televisión, en el que esta ocasión voy a hablar de algunas curiosidades de un lugar que trae muchas añoranzas a algunas personas, sobre todo a los que pasan de los cuarenta. Está semana voy a hablarles en el programa Cita en Palacio, de Costa Noroeste Televisión de las Piletas.
Como había quedado a la una de la tarde para grabar, decidí irme a las once y media con mi nuevo vehículo, que me permite ir, investigar, buscar, indagar y hacer todas aquellas fotografías que me interesan. De la Dehesilla me fui por el V Centenario, Capuchinos hasta llegar a la carretera de la Jara y bajé por un camino que va por detrás de la depuradora hasta las Piletas. Un camino de cabras, todo sea dicho, pero que prefiero que esté así, me gusta, que está con el entorno, y pude encontrar algunos vallados de hatunas, pitas, caballos pastando, en lo que debió ser un enorme navazo hoy abandonado.
Me encanta la humedad del camino, con lagunillas que creo que vienen de las aguas que se filtran, todavía de los manantiales de la barranca.
Incluso bajé a otro navazo que existe frente a las Piletas, pasando la carretera de la Jara, que está reservado por las dunas que están en la misma playa, y que hoy en ese lugar reservado creo que se hacen otros cultivos, por la cantidad de pañuelos de papel y preservativos que había tirados por allí. La verdad es que me parece una zona preciosa para cuidarla y convertirla en algo de utilidad natural.
En la misma carretera de la Jara, antigua vía férrea me encontré de pronto con unos arbustos de plantas y ¡sorpresa!: Un buen montón de mariposas de colores y otras blancas revoloteaban por las flores. Para mí eso es toda una sorpresa agradable, y con mi cámara en ristre puedo pasarme horas al solito de la mañana echando fotos y más fotos a las mariposas.
Después de grabar me voy a casa e intento pasar las fotos al ordenador, pero he aquí que por toda respuesta recibo un mensaje de la cámara fotográfica diciéndome “Coloque de nuevo la tarjeta”.
Vamos a colocarla, me dije la primera vez. La segunda ya empecé a ponerme nervioso. La tercera, histérico. Y a la cuarta ya pensé que era mejor pillar la tarjeta y ponerla en la ranura del ordenador. Jejejejejeje. Que si quieres arroz, Catalina.
No hubo forma, así que esta mañana me fui a mi informático de cabecera, que es apañao como el solo y le dije si tenía solución lo sucedido.
Después de mirar, probar e intentar, me dice:
Antonio, esto la única solución que tiene es formatear la tarjeta e intentar recuperar los archivos, pero no es seguro que se pueda hacer.
Pues nada, inténtalo.
Pues vente dentro de quince minutos.
Cuando pasó la media hora que le deje de tregua para que solucionara el estropicio, me llegue y allí me tenía las 197 fotografías recuperadas. Que yo no sé porque los del juzgado no llaman a este chaval para que recuperen los ordenadores del PP o los de la UGT.
Esta tarjeta te va a dar problema otra vez, eh. Lo mismo esta unos días bien, pero al final terminará igual.
Pues nada, dame una.
Tengo esta, que cuesta…, pero yo te aconsejo esta que ya se sube por las nubes.
Pues sí que se iba por las nubes, pero ya puesto prefiero pagar cuarenta euros que gastármelos en pastillitas para infartos y encima tener que comprar otra tarjeta nueva.

 
  


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