Alguna vez he leído en algún foro como algunas personas
preguntaban si la imagen del Cristo del Santo Entierro y la Virgen de la
Soledad de Sanlúcar de Barrameda eran los originales que siempre habían tenido
la hermandad o fueron cambiados por otros. Debo contestar que sí, que son las imágenes
originales y les quiero contar lo que ocurrió en los años cuarenta con ellas,
para que muchas personas les entre esas dudas.
Son los primeros años cuarenta cuando el
Cardenal de Sevilla Pedro Segura y Sáenz decide trasladar las imágenes del
Cristo del Santo Entierro y la Virgen de la Soledad de Sanlúcar de Barrameda a
San Juan de Aznalfarache, alegando la propiedad de las mismas, y la hermandad, algunas instituciones y personas de la ciudad
le ponen un pleito en el Tribunal de la Rota para que se queden aquí.
El tribunal dictamina que la imagen debía
permanecer en Sanlúcar, en su retablo, aunque la cofradía no pudo demostrar su
propiedad por carecer de documentación. Dos años más tarde la táctica del
cardenal fue la de cerrar al culto la iglesia, dejándola únicamente para el
servicio del Seminario Menor que entonces se encontraba en ese lugar.
La hermandad incluso debió cambiar su sede y
así en un cabildo extraordinario que tuvo lugar el 5 de Noviembre de 1942 y que
se celebró en la iglesia de San Nicolás, acordó trasladarse a la iglesia de
Santo Domingo, aunque sin las imágenes, hasta que el año 1944 y mediante
permiso especial del Arzobispado, se trasladaban las imágenes desde la iglesia
de San Francisco a la de Santo Domingo para celebrar los cultos y realizar la
Estación de Penitencia. Este permiso fue denegado en 1945, lo que imposibilitó
a la hermandad realizar su salida procesional, un poco por la cabezonería del
obispo que comunicó a través del vicario al párroco de Santo Domingo que “las
imágenes del Santo Entierro son de gran mérito, según me dice nuestro señor cardenal,
hechas expresamente para la iglesia de San Francisco, y no puede consentir que
salgan de ella. Más que para que la Hermandad no carezca de unas imágenes
iguales a las que pueda dar culto, está dispuesto a mandar hacer una
reproducción de las mismas, que pueda colocarse en Santo Domingo".Santo Entierro como crucificado |
Al encontrarse la hermandad sin sus imágenes es
cuando decide, según lo estipulado por el cardenal Segura, encargar unas nuevas
a Antonio Eslava, que estuvieron acabadas el año 1947 y que son las que salen
por la ciudad durante unos años.
¿Cuándo recupera la Hermandad las imágenes?.
Para que esto sucediera hubo un hecho
definitivo y es que el historiador Alejandro Zambrano encuentra, parece ser que
el día 15 de Agosto de 1.955, festividad de la Virgen de la Caridad, en el archivo
particular de Manuel López de la Piedra, una copia del inventario de la
desamortización de San Francisco de 1835, que había sido redactado por el
Presbítero Antonio Ruiz Vázquez.
Santo Entierro de Eslava |
En este inventario, entre otros detalles, se detallaba
la existencia de “Una imagen del Señor Difunto del tamaño del natural de mucho
mérito, propio de la Hermandad del Santo Entierro con una puerta de cristal” y “una
imagen de la Señora de la Soledad del tamaño del natural, de candelero, propio
de la misma Hermandad”.
Este fue el documento que se presentó con
fecha 14 de Febrero de 1.956 al arzobispado y fue el nuevo arzobispo de
Sevilla, José María Bueno Monreal el que autorizó la vuelta de la hermandad a
la iglesia de San Francisco y la devolución de las imágenes, que son las que
procesionan desde entonces.
¿Qué ocurrió con las imágenes de Antonio
Eslava?
El 22 de enero del año 1970 la hermandad del
Santo Entierro cede las imágenes del Santo Entierro y la Virgen de la Soledad a
una nueva hermandad que se había fundado en Guadiaro, una pedanía de San Roque,
donde sale en procesión todos los Viernes Santos.
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