Según las actas capitulares en el año 1530 los hombres de mar podían solicitar licencia para freír y vender pescdado en casa.
El pintor sanluqueño Francisco Pacheco no nació con ese apellido, sino que los suyos eran Pérez del Río, pero él tomo el apellido de un tío suyo que era licenciado y canónigo de la Catedral de Sevilla, que se llamaba también Francisco Pacheco.
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