Eran las nueve de la mañana del sábado
19 de abril del año 1727, y había algunas personas en la capilla de Jesús
Nazareno de la antigua iglesia de San Agustín, ya desaparecida, que entonces se encontraba allí.
En ese momento el techo de la iglesia se vino abajo, sin que se
ocasionase ninguna desgracia entre las personas que allí estaban escuchando
misa.
Hoy lo que era la iglesia de San Agustín es una bodega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario