Del convento de Barrameda, del
que hablamos en el número anterior, el mismo Velázquez Gaztelu se extiende
explicando la historia de la ermita.
"Cuando don Alonso Pérez de
Guzmán adquirió el castillo de Solúcar, con todos sus términos y jurisdicción
el año de 1297 estaba ya fundada esta ermita, y en posesión de ella, y de su
hospicio los caballeros templarios de Sevilla, que la gozaron hasta el año de
1312 que fue extinguida con aprobio su militar religión de toda la cristiandad,
por decreto y anatema el santo concilio de Viena del Delfinato, celebrado y
presidido por el papa Clemente V..."
Haciendo una amplia descripción
del convento, la virgen y el lugar de Barrameda en varios de sus libros.
"Imagen venerada en el
monasterio del señor San Jerónimo de esta ciudad, en el sitio de Barrameda por
quien la señora, su iglesia y esta población han tomado el nombre de
Barrameda..."
Pedro Barbadillo Delgado
describe, casi textualmente a como lo hace la Crónica General de la Orden de
San Jerónimo, que es la más antigua de la ciudad, explicando que está asentada
en un sitio hermoso, desde donde se ven en la bahía entrar y salir los barcos.
Continuando con la aventurera
expedición de Magallanes, el mismo Pigaffeta nos cuenta en su libro la fecha de
salida de Sanlúcar:
"El 20 de septiembre
partimos de Sanlúcar, navegando hacia...".
Una curiosa interrogación que
podemos hacernos es el número de sanluqueños que participaron directamente en
la expedición al Maluco y el destino de cada uno de ellos.
En el Archivo General de Indias
encontramos varias listas con una reseña completa de los hombres que fueron en
la expedición. Relación y asiento del sueldo que se debía a la gente, de los
fallecidos en la armada, e informe de la gente que llevó en las cinco naos. De
acuerdo con estas listas, los sanluqueños que estuvieron eran cuatro, y ninguno
de ellos regresó del viaje iniciado por Magallanes y finalizado por Elcano.
Estos cuatro son los únicos de los que se tiene constancia, aunque es posible
que fuesen algunos más, ya que en la relación, muchos de los hombres figuran
con el nombre, pero sin citar la ciudad de procedencia.
En la Nao Trinidad aparece un
sobresaliente, criado de Magallanes llamado Diego, del que no consta el
apellido en la relación, pero que en el asiento del sueldo que se debía a la
gente que fue en la armada al descubrimiento del Maluco y Especiaría con
Fernando de Magallanes figura como hijo de un tal Jiménez y que Mª Lourdes Díaz
Trechuelo también apellida Ximénez. De él no encontramos más información,
aunque el apunte que más adelante se da, indicando que quedó en la isla de
Tidore, no corresponde a Diego Ximénez,
sino a Diego Arias, según todos los datos encontrados.
"Ya mencioné al tonelero que
iba a bordo de la Victoria, y también en esta nao embarcó Diego Díaz. En la
Trinidad iba Diego Ximénez como criado de Magallanes. Ninguno de ellos figura
entre los que regresaron a España; del
último sabemos que se quedó en Tidore, y de los otros no hay ninguna
noticia."
Pedro Barbadillo Delgado escribe
lo siguiente:
"...yendo en la expedición
cuatro tripulantes de Sanlúcar, uno de ellos llamado Diego, criado de
Magallanes, dos toneleros llamado Johan de Córdoba y Diego Díaz, y el hombre de
armas Diego Arias. El primero de ellos salió en la nao Trinidad, los dos
segundos en la Victoria; y ninguno de los cuatro regresó a España, por los que
es de suponer que hallarían la muerte
durante el penoso viaje".
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