En ese libro, Barbadillo cuenta
lo que transcribo a continuación sobre el Fuerte, Baluarte o Castillo de San
Salvador que se encuentra en la playa, cerca de Bonanza:
Este fuerte se mandó hacer por el
rey Felipe IV, labrándose en tiempos del duque octavo don Manuel, con la ayuda
de sus vasallos que le sirvieron con 52.160 reales.
Fue construido en 1627 por el
maestro Juseppe López, habiendo de interrumpirse la obra a principios del mismo
año por hallarse exhausta la hacienda del duque. La ciudad acordó donar doscientos
ducados, según se en Cabildo de 29 de enero de dicho año, pero después en 1º de
febrero, a petición del mismo duque se destinó la mencionada suma a proteger la
fundación que en Sanlúcar hacía la Compañía de Jesús. Por el mes de agosto,
nutrida de otros fondos, se terminó la obra, tomando el acuerdo, en el día 13
de este mes, el Cabildo, de que la ciudad sustentase y pagase seis soldados y
dos artilleros para servicios del recién construido fuerte.
Cuando la incorporación a la
Corona, en 1645, se tomó posesión de San Salvador el día 6 de septiembre,
enarbolándose en él la bandera real.
Fueron castellanos los
siguientes: Miguel Fernández de Carabeo: 1628. Francisco de Sislo: 1632. Juan
de Tavares: 1633. Juan de Guzmán y Ayala: 1637. Bernardo Sánchez de Sagrameña:
1645
Por el rey:
Francisco Corbadán: 1645. Miguel
Gómez Censio: 1682. Gerónimo Díaz Romero: 1704 y 1712 Alonso Muñiz: 1730
Este fuerte con su artillería
defendía el puerto de Bonanza. En el siglo XVIII tenía una dotación de doce
artilleros.
En la primera mitad del siglo
pasado ya estaba inservible y, como en la actualidad, medio cubierto por las
dunas de arenas, siendo de un informe elevado por el Cabildo al Capitán General
las siguientes palabras: "el castillo del Salvador aunque en regular
estado se halla en abandono, sirviendo de morada a la corrupción y al
escándalo".
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