La construcción de esa avenida,
que va desde calle Banda Playa hasta el mismo Bajo de Guía, se acordó en sesión
municipal de 28 de febrero de 1906. Las obras se adjudicaron en mayo de ese
mismo año a la sociedad que representaba Manuel Barrios González por 15.308,72
pesetas y según comenta Narciso Climent en su libro dedicado a las calles de
Sanlúcar de Barrameda, “coincidió con un momento en el que el ayuntamiento
para, de alguna manera, socorrer el paro obrero, los había ocupado a estos en
la tarea de limpieza y acondicionamiento de los callejones de la ciudad”.
Es en la sesión del 11 de febrero
de 1910 cuando se propone que se cambie el nombre de la Calle San Juan por la
de Cabo Noval, pero no se consideró acertada la medida y al final se acordó que
el nombre de Cabo Noval se le diese a la calle de nueva creación, que antes
eran zona rural con callejones, cerros de arena y pequeñas casas de campo,
convertida en una avenida que también servía de recreo a los vecinos que se
dirigían a la playa.
¿Quién fue el Cabo Noval?.
Luis Noval Ferrao, nació en
Oviedo el 15 de noviembre del año 1887.
Noval pertenecía al Tercer
Regimiento de Infantería del Príncipe, siendo trasladado a Melilla.
Participó en la guerra del Rif,
en la toma de el-Had de Benisicar y en la noche del 27 al 28 de septiembre del
año 1909 murió en Melilla cuando, al observar que una patrulla rifeña pretendía
acceder en plena noche a uno de los campamentos españoles diciendo que eran
soldados españoles, gritó «¡Tirad que son los moros! ¡Viva España!». Aquel día,
este militar salvó miles de vidas a costa de la suya, pues fue asesinado a
sangre fría por los rifeños pocos segundos después.
Fue condecorado con la Cruz
Laureada de San Fernando por su defensa del Campamento del Zoco el Had de Beni
Sicar.
La historia de Noval llegó a
España a través de los periódicos de la época y se convirtió en mito del
patriotismo y el sacrificio en una campaña militar que fue rechazada por
muchos.
La zona de Cabo Noval es sin duda
la que más ha cambiado su fisonomía, de las que más ha crecido, desde que eran
cerros de arena, dunas, chumberas y pitas que señalaban los callejones que
llevaban a los navazos o a las casas diseminadas que allí existían. Casi se
puede decir que lo único que conserva de su aspecto anterior es el nombre.
Bibliografía:
Pedro Barbadillo Delgado
Historia de la Ciudad de Sanlúcar
de Barrameda
Narciso Climent Buzón
Calles y Plazas de Sanlúcar de
Barrameda
Periódicos de la época
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