miércoles, 22 de mayo de 2013

El geranio


Proseguía mi paseo dominical por el Barrio Alto, cuando en una de sus calles, creo que Callejón del Mono me encuentro esta ventana con una maceta de geranios que me pareció un tanto abandonada. Como si los dueños de la casa hubiese decidido abandonar y dejarla abandonada, y claro era inevitable la foto. Una ventana con una reja reforzada y con señales de haber sido asaltada antes de su reforzamiento, y con esas telarañas que nos dicen que debe estar mucho tiempo sin abrir.
En estas estaba pensando, imaginando los dueños de la casa que suponía abandonada y con una maceta de geranios rojos tan abandonada como la casa, cuando me fijo y lo que me llama la atención es que además de la ventana existe lo que fue una puerta, una puerta que aún conserva sobre ella la luz que nos aclara que debía ser una calle oscura y el número siete, de antes de ser cerrada.
Aquí les dejo la historia, la historia que lo mismo ni siquiera lo es. La historia que es probable que no exista más que en mi imaginación, pero como les decía las tardes del domingo son buenas para eso, para imaginar, pasear y fotografiar.


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