Estoy convencido que todos hemos oído hablar
de forma idílica, edulcorada por la historia oficial y por el pueblo que
deseaba tener en ella un mito, con copla y películas incluidas, la historia de
María de las Mercedes de Orleans y Borbón, esposa que fue del rey Alfonso XII
durante menos de seis meses e hija de Antonio de Orleans, propietario del
palacio que hoy es Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda.
La historia de amor entre el príncipe y su
jovencísima prima, que comenzó cuando ella contaba apenas 12 años y tuvo la
feroz oposición de la Reina Isabel II, que además era tía de Mercedes, ya que
su madre y la reina eran hermanas.
Isabel II prefería a cualquier mujer como
esposa de su hijo antes que a la hija de su intrigante cuñado y enemigo
acérrimo, Antonio de Orleans, duque de Montpensier, por lo que puso todo su
empeño en que la boda no se llegase a celebrar. Pero no era sólo de la reina de
donde partía la oposición, sino que tampoco el Gobierno veía con buenos ojos
ese matrimonio, que parece que sólo quería Alfonso, el pueblo y Montpensier.
Claro que en este caso parece que la
cabezonería de Alfonso pudo más que la oposición de la Reina, que ni siquiera tuvo
la deferencia de asistir a la boda de su hijo, quedándose en París e incluso se
rumorea que llegó a decir: “No tengo nada contra la infanta, pero con
Montpensier no transigiré nunca”.
Como nunca las oposiciones y los obstáculos son
poco, estaba también el hándicap de que era la pareja eran primos hermanos, por
lo que se hubo de pedir al Papa una dispensa para que se pudiese celebrar.
La ceremonia tuvo lugar el día 23 de enero de
1878 en la Real Basílica de Atocha, que para la ocasión estaba totalmente
engalanada e iluminada y fue oficiada por el cardenal Francisco de Paula Benavides.
Francisco de Borbón, padre oficial del monarca, ejerció como padrino y la
madrina fue la infanta Isabel, porque aunque en un principio se pensaba que
sería la abuela del rey, María Cristina, tuvo que ser sustituida en el último
momento, debido a que se encontraba enferma.
Aunque tanta ilusión duró muy poco, porque ya
a finales del mes de marzo, un aborto de María de las Mercedes, hace que comiencen
los problemas, al no terminar de curarse del mismo y ser constantes las recaídas
en la salud, hasta el 26 de marzo que falleció, dejando desolado al rey,
compungido a Montpensier que veía como sus planes no se llevaban a efecto y
tranquila a la reina, que parece que se quitaba de en medio a su cuñado, aunque
por poco tiempo porque unos años después conseguiría casar a su hijo Antonio
con la Infanta Eulalia, aunque este matrimonio terminó como el rosario de la
aurora.
Como curiosidad decir que María de las
Mercedes ha sido hasta el momento la única Reina consorte que ha nacido en el
país.
Otra curiosidad es que siempre se cuenta que
Rey Alfonso XII se recluyó en el palacio de Riofrio a consolar su pena, pero lo
que no se cuenta es que lo hizo acompañado de la que siempre había sido su
amante, Elena Sanz, con la que tuvo dos hijos, pero esa es otra historia que
les contaré otro día.
2 comentarios:
Gracias Antonio por recordarme tanto la Historia como las canciones con las que yo jugaba en mi infancia, en la calle. Allí aprendía a ser sociable y a comunicarme.¡Qué salto ha dado la ciencia!¡Cuánto hemos progresado!. Aún hay quien sigue sin verlo!
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