La historia del ferrocarril en
Europa tuvo su comienzo el año 1830 cuando se inauguró en el Reino Unido la
primera línea que unía las ciudades de Liverpool y Manchester.
En el mes de abril de ese mismo
año el rey Fernando VII por Real Orden de 28 de marzo concede la petición que
había cursado Marcelino Calero Portocarrero, un español residente en Londres,
otorgando la primera línea de tren que se adjudicó en España, que sería la que
debería unir Jerez, El Puerto de Santa María,
Rota y Sanlúcar.
Este fue el primer trayecto de
tren, que en ese momento se denominaban caminos de hierro, y este en particular
llevaba el nombre de Camino Cristina, por la esposa de Fernando VII, María
Cristina Dos Sicilias.
Claro que entre proyectos,
solicitudes, concesiones, intereses y demás trámites administrativos, pero
sobre todo presupuesto y financiación, llegó a dormir el sueño de los justo,
porque pasó el tiempo y la idea nunca se vio materializada.
El ferrocarril de
Jerez-Sanlúcar-Bonanza, del que todos hemos oído hablar, el que los mayores
recuerdan con cariño y nostalgia, y que se hizo famoso por aparecer en la
película de Antonio Molina, El pescador de coplas, también conocido en Sanlúcar
como el tren del barrio alto y tenía su estación de llegada donde hoy se
encuentra el colegio Blas Infante.El tren que llegaba desde Jerez a Bonanza, no se inauguró hasta el día 30 de agosto del año 1877, habiendo durado la construcción de la línea de Jerez-Sanlúcar cinco meses, aunque se tienen noticias de su concesión y la tramitación del mismo desde el año 1860.
En un principio la ruta tenía un
total de 25 Km de vías desde Jerez a Sanlúcar, aunque luego se construyó el
tramo que iba desde Sanlúcar a Bonanza que habría de completarla, y durante el
primer mes esos últimos tres kilómetros y medio se solucionaron con un
ferrocarril movido por fuerza animal para transportar personas que uniría los
dos puntos, porque ese tramo no se inauguró hasta el 12 de septiembre del año
1884.
Unos años antes, en 1857 José
Gabarrón solicitó licencia para realizar el mismo proyecto, y aunque tuvo el
permiso para construirla en 1861, no llego a realizarse.
Un mes después de inaugurarse al
completo la línea, aun hubo que finalizar el recorrido con un pequeño tren de
tracción animal que circulaba desde la estación de Bonanza hasta el muelle, que
permitía de forma rápida y cómoda hacer el transporte de mercancías hasta los
barcos y que se inauguró el doce de octubre del año 1884 y la concesión del
mismo la tenía Eduardo Hidalgo.
Durante años el tren continuó
funcionando, llevando gente hasta Jerez, hasta las viñas, al campo Jerez, y lo
primero en desaparecer fue el que llevaba desde Bonanza al muelle, tal vez por
la decadencia del puerto bonancero, aunque sus vías estuvieron en las calles
durante muchos años, hasta que desapareció en los años setenta cuando se
arreglo la infraestructura del barrio de Bonanza.
Pero un decreto del día 17 de
diciembre del año 1964 era el que había de traer la mala noticia para la
ciudad, la decisión de la extinción de la línea férrea que unía Jerez de la
Frontera, con Sanlúcar de Barrameda, llegando hasta Bonanza y el cierre se
argumentaba en el “signo especialmente deficitario de la explotación”.
Claro que en el decreto no se
contaba que el tren se había quedado totalmente anticuado, sin que nunca se
procediera a su renovación. Un tren al que llamaban la Carreta, debía ser por
la velocidad que alcanzaba, ya que de Jerez a Sanlúcar se tardaba una hora y
cinco minutos, con suerte, y después un rato más para los que fueran hasta
Bonanza. Nada, o muy poco, había sido lo que se renovó en esos años, pudiéndose
decir que el tren que tenía un recorrido para ser llamado el tren de las viñas,
se había convertido en una de las la ovejas negras de los trenes españoles.
Aun había de durar el recorrido
del tren de Jerez – Bonanza hasta el 6 de octubre de 1965 en que Renfe lo dio
por finalizado y decidió disponer el cerrojazo. Habían sido 88 años del que hoy
sólo nos queda alguna foto desteñida y algo estropeada. Ni siquiera había
llegado al siglo.Hace unos meses, el Ayuntamiento de la ciudad decidió colocar en una de las rotondas que se encuentran en el recorrido del tren del barrio alto, muy cercano a donde estaba la estación, una locomotora como homenaje a ese tren tan sanluqueño.
Únicos restos que todavía quedan en Bonanza del tren. Un apeadero para descargar las mercancías.
1 comentario:
Mi abuelo era guarda agujas del tren en el pasado a nivel que había en el cruce de la vía con la carretera de jerez,todavía se conserva parte de la casa donde vivía mi abuelo, mi padre y todavía vive ahí un tío mio
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