La melcocha era una especie de dulce, parecido al turrón, que se elaboraba a partir de la miel, que se cocía y cuando estaba bastante concentrada y caliente se le echaba agua fría y después se manoseaba hasta convertirla en una pasta correosa que debía ser una verdadera golosina.
En Sanlúcar de Barrameda la melcocha debía ser muy apreciada, porque en las actas capitulares ya el 24 de septiembre de 1512 en el Cabildo de la villa se trató la posibilidad de convertir la melcocha en una renta propia del concejo, como una forma más de tener unos ingresos.
Después de informar a los melcocheros que vendían por las calles de cuanto estaban dispuestos a pagar anualmente por esta renta, se remató la misma en 4.500 maravedíes. Como era costumbre, después de este acuerdo se pregonó en la villa la prohibición de la venta de melcocha y turrones, a otra persona que no fuese el que había resultado adjudicatario de la venta de estos dulces.
Al pasar unos años, parece que la venta de melcocha descendió notablemente, porque el año 1533 se redujo a 1522 maravedíes y a partir de aquí continuó bajando y ya nunca llegó a rebasar los 1500 maravedíes anuales.
Pero aunque hablemos de la melcocha, hemos de aclarar que en Sanlúcar nunca existió la cría de abejas, aunque si las había en el coto Doñana, porque estaba prohibido la apicultura donde hubiese viñas, ni a dos leguas a su alrededor.
En Sanlúcar de Barrameda la melcocha debía ser muy apreciada, porque en las actas capitulares ya el 24 de septiembre de 1512 en el Cabildo de la villa se trató la posibilidad de convertir la melcocha en una renta propia del concejo, como una forma más de tener unos ingresos.
Después de informar a los melcocheros que vendían por las calles de cuanto estaban dispuestos a pagar anualmente por esta renta, se remató la misma en 4.500 maravedíes. Como era costumbre, después de este acuerdo se pregonó en la villa la prohibición de la venta de melcocha y turrones, a otra persona que no fuese el que había resultado adjudicatario de la venta de estos dulces.
Al pasar unos años, parece que la venta de melcocha descendió notablemente, porque el año 1533 se redujo a 1522 maravedíes y a partir de aquí continuó bajando y ya nunca llegó a rebasar los 1500 maravedíes anuales.
Pero aunque hablemos de la melcocha, hemos de aclarar que en Sanlúcar nunca existió la cría de abejas, aunque si las había en el coto Doñana, porque estaba prohibido la apicultura donde hubiese viñas, ni a dos leguas a su alrededor.
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