El cuatro de abril del año 1295, el rey Sancho IV promete verbalmente el señorío de Sanlúcar de Barrameda a Alonso Pérez de Guzmán, Guzmán el Bueno, por su heroica intervención en la defensa de la Plaza de Tarifa, con la muerte del hijo incluida.
También concede poder a Sanlúcar para hacer dos ferias o vendejas cada año, a las que podían acudir comerciantes de todas las naciones, aunque principalmente llegaban bretones, flamencos e ingleses.
Esta fue una merced que dio el rey para que la villa se poblase.
El rey muere sin hacer efectivo el señorío, que lo haría su hijo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario