Curiosidades de Sanlúcar de Barrameda: Calle Cervantes

La que actualmente conocemos como Calle Cervantes, que es una calle estrecha, peatonal, que va desde la calle Regina a la calle Ancha.

En la antigüedad no era tan pequeña, sino que después de cruzar la calle Ancha seguía con el mismo nombre hasta la calle Banda de la Playa.

El nombre que tenía en el siglo XVI era el de Callejuela de Lope de Viera, y parece ser que era por un regidor de ese nombre que fue recibido en cabildo el 21 de enero del año 1584. Cuentan que este regidor era hijo de Álvaro Vieira, el pagador de los salarios de los criados del duque de Medina sidonia, y también era hermano de hermano de Cristóbal Vieira, familiar del Santo oficio de la Inquisición.

En la primera mitad del siglo XVII se la decía Calle del Arquillo de Regina, por un frontal con el convento de las monjas Franciscanas de Regina Coeli y Callejuela de frente de la Portería de Regina, como una forma de designar el lugar donde se encontraba, que de ahí suelen venir casi todas las denominaciones de las calles, por lo menos en la antigüedad.

Otro nombre que tuvo fue Callejuela de Ranjel, por alguna persona con ese nombre que vivió en ella, llamado Marcos Rangel, que parece ser que tuvo una botica en la plaza de la Ribera.

Se conoció durante el siglo XVII con los nombres de Callejón de los Moros o del Molinillo del Yeso, por un molino que en ella cuentan que había, y en el siglo XIX, ya estaba separada en dos tramos, y la parte que iba desde la calle Ancha a la calle Regina, se conocía como Callejuela del Moro, nombre por el que todavía la conocen algunas personas.

Al celebrarse el centenario de Miguel de Cervantes, autor de El Quijote, el 5 de julio del año 1912, siendo alcalde Joaquín Díaz Márquez, se le puso el nombre de calle Cervantes.

Esta calle se empedró por primera vez el año 1595, costando la obra 9171 maravedíes, más tarde, en 1881 se puso el piso de cemento.

El año 1997 se puso un azulejo que reza lo siguiente: 450 aniversario del nacimiento de Miguel de Cervantes Saavedra. “La libertad Sancho es uno de los más preciados dones que a los hombres dieron los cielos…. Por la libertad…. Se puede y debe aventurar la vida”.

Quijote: II, 57

Biblioteca Pública, Octubre 1997.