martes, 21 de febrero de 2023

Plaza de Toros del Pino

En la villa de Sanlúcar de Barrameda era una tradición la celebración de espectáculos con toros ya desde el siglo XVI, que en un principio tenían lugar en la plaza de Arriba, hoy Plaza de la Paz y después en la de la Ribera, actual Plaza del Cabildo.
La fiesta de toros era una de las diversiones que tenía la villa en contadas ocasiones como el Corpus y otras fiestas menores.
Así tenemos noticias de que el año 1534 el duque compró un toro a un vecino por diez ducados para lidiarlo por Navidad, así como en 1537, que el duque regaló un toro que había comprado en Trebujena por 9 ducados para ser lidiado por San Juan.
El día 20 de mayo de 1538, cuando se tiene noticias en la ciudad de la concesión por el rey de los títulos al sexto duque de Medina Sidonia, Juan Alonso Pérez de Guzmán, hubo grandes fiestas, se cubrió toda la Cuesta de Belén de una alfombra de flores para cuando pasara el nuevo duque, las campanas de las iglesias comenzaron a sonar y hubo en la ribera la lidia de tres toros que costaron cada uno quinientos maravedíes, y juego de cañas.
Como no recordar el conocido milagro de Ntra. Sra. de la Caridad, el viernes después del Corpus, el 6 de junio de 1608, el milagro de encenderse la lámpara de aceite que por celebrarse en la plaza Alta un festejo de toros y rebosar el aceite, aunque la persona que tenía que encenderla lo había olvidado.
En la historia encontramos muy diversos motivos para celebrar espectáculos taurinos, ya que en aquella época no debían existir muchas formas de diversión o entretenimiento, y en septiembre de 1643, se celebra un cabildo en el que se acuerda expresar "su esperanza de que de pronto salga don Gaspar de su prisión de Coca, cosa que celebrarían con misa, procesión, y fiesta de toros".
Aunque estaban prohibidas las corridas de toros en España, el Cabildo de Sanlúcar solicita el 8 de mayo de 1797 al Consejo del Reino autorización para celebrar cien novilladas, creando un arbitrio para poder pagar un préstamo que se debía al reino. Se autorizó que se pudiesen dar diez corridas cada año.
Una tradición en Sanlúcar eran los gallumbos, un festejo popular que solía hacerse y que eran unos toros que iban por las calles atados a largas cuerdas y consta que el año 1813 aunque Sanlúcar se encontraba sin plaza de toros, se celebraron gallumbos.
Un lugar que se habilitó en la ciudad para la celebración de espectáculos taurinos fue el patio del Castillo de Santiago y en este lugar se celebraron desde el año 1838 hasta 1853, cuando se construyó una pequeña plaza en la huerta de Santo Domingo y más tarde otra en el interior de San Francisco, que se destruyó para poner las Escuelas Pías.
También existió una plaza de toros en la calle Molinillos, llamado también circo taurino, que fue inaugurado el 6 agosto de 1883, toreando en ella ese día Pablo Giménez, de Rota y Antonio Luis Garrido, de Sanlúcar.
De esta plaza encontramos mucha información de los espectáculos ofrecidos, por la prensa de la época, de hecho el domingo 18 de mayo de 1884 toreo en ella Manuel Hermosilla, que lidió en solitario cuatro toros del ganadero sanluqueño Francisco Picazo, en una fiesta organizada en honor de los Duques de Montpenssier.
La inauguración de la Plaza de Toros del Pino tiene lugar el domingo 15 de julio del año 1900. Fue construida en estilo neomudejar por el arquitecto Antonio Arévalo Martínez.
En la corrida de inauguración se lidian reses de la ganadería sanluqueña de don Carlos Otaolaorruchi, y el cartel estuvo formado por los toreros Manuel Hermosilla, Emilio Torres Bombita y Algabeño, no pudiendo torear el último por estar herido, convirtiéndose en un mano a mano, aunque ninguno de los dos obtuvo ningún trofeo.
En el cartel de la inauguración encontramos el siguiente reclamo : "Habrá trenes especiales desde Cádiz, Puerto de Santa María y vapores desde Sevilla, Rota y Chipiona".
La crónica del periódico El Enano terminaba diciendo: “Lo que ha hecho ha sido mucho calor”.
Siete años más tarde de la inauguración, el 18 de agosto de 1907, la plaza de toros de Sanlúcar de Barrameda tiene su primera noticia luctuosa al morir en ella el torero Faustino Posadas, en una tremenda cogida en el cuello que le propinó un toro de Miura.
La plaza de toros de Sanlúcar fue adquirida por el Ayuntamiento el año 1944.


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