Se
cuenta que entre los años 1676 y 1685 una horrible epidemia de peste
asoló el país, ocasionando numerosas muertes en muchos pueblos,
entre ellos en las ciudades vecinas de Rota, El Puerto de Santa María
o Jerez de la Frontera. Según la tradición Sanlúcar de Barrameda
quedó libre de aquella epidemia gracias a la intercesión milagrosa
de la Virgen del Sudor. Esta virgen es una pintura italiana del siglo
XVII que representa a Ntra. Sra. de los Afligidos y se encuentra en
el Convento de Madre de Dios. El cuadro fue traído de Roma por un
fraile dominico que lo regaló a Sor Magdalena Malaparte, monja del
convento, que lo tenía en su celda.
El 25 de enero de 1681 una de las monjas del convento al dar con
un paño al cuadro, para limpiarlo, descubrió que la virgen tenía
en la frente unas gotas que creyó agua.
Al ser limpiadas, estas gotas volvieron a salir nuevamente, cuantas veces se limpiaban, observando como el cuadro de la virgen sudaba y desde que ocurrió este hecho milagroso, comenzó la devoción a la Virgen de Sudor.
Además de este milagro, a esta virgen se acudió en momentos difíciles para la ciudad, sobre todo en las epidemias, como la de vomito negro o calentura de 1800, la fiebre amarilla de 1819 o cólera de 1835.
Este cuadro sale en procesión por las cercanías del convento
cada 25 de enero y vuelve a salir el 2 de febrero.
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