Les dejo un artículo publicado por Santiago Pérez del Prado en el periódico Sanlúcar Información sobre Doña María Alonso Coronel el año 1996, para que conozcamos un poco mejor a la que fue esposa del primer señor de Sanlúcar, Guzmán el Bueno:
Un retrato a colgar en una posible galería de sanluqueños ilustres sería el de Doña María Alfonso Coronel, esposa de Guzmán el Bueno, compañera de sus aventuras bélicas y económicas, mujer resignada y víctima de un espurio castellano con ambiciones señoriales y mentalidad similar a la de un condottiero italiano.
María Coronel (1267-1330) casó a los quince años con Alonso de Guzmán en Sevilla (1282). Ambos recibieron como regalo nupcial del Rey la villa de Alcalá que posteriormente permutaría por los olivares de Monteagudo y cierta cantidad de dinero. Con diecisiete años tiene a su hijo primogénito, Per Alfonso, en Algeciras y tiene que marchar junto a su marido a África, donde ya anteriormente aquél había servido al Rey de los Benimerines como mercenario y cobrador de tributos.
En África, la Coronel da a luz su segundo hijo y, ante la animadversión entre su marido el heredero del rey Yusuf prepara su regreso a Castilla. Una pelea matrimonial será el pretexto
para que Doña María, embarazada por tercera vez, junto a sus hijos y servidores, cruce el Estrecho, cargada de joyas, fruto de las hazañas de Guzmán. Este capital evadido clandestinamente será la base del poderío económico de los futuros Señores de Sanlúcar. No fue la única evasión, pues posteriormente Doña María recibiría como regalo de su marido desde África higos donde se escondían dinero y alhajas.
En ausencia de su marido, la Coronel adquirió Ayamonte, la villa y el castillo del Puerto, Alaraz, La Algaba, Santiponce, el vado de las Estacas, la dehesa de Villarana -cerca de Jerez-, heredades en el Aljarafe; casas, tierras y viñas en Sevilla, el donadío y viña de Ventosilla..., etc.
A los seis meses de su estancia en Castilla nace su hija Beatriz. Cuenta la tradición -y probablemente sea una trasposición de aquella otra que atribuía a la sevillana María Coronel, ascendiente de nuestra retratada, el hecho de haberse quemado la cara con aceite hirviendo para espantar al rey de sus deshonestas intenciones-, que Doña María Alfonso, para evitar tentaciones de adulterio "asió de un tizón ardiendo que cerca de sí halló y metióselo en el miembro natural...".
En 1291 acabó la aventura africana a causa de la muerte del rey benimerí, cuyo heredero no había mantenido buenas relaciones con Guzmán. Este no llegó a Castilla con las manos vacías. Antes había preparado su último golpe que consistía en fugarse de los dominios del moro con todos los tributos que había cobrado para el rey.
Anteriormente, María Coronel había adquirido las villas de Huelva y La Redondela. Y después de la vuelta de su marido, influyó para que, tras obtener la Alcaldía de Vejer, se hiciera con la de Tarifa, a fin de apartar a Guzmán de sus amores con Ysabel González, que además le había dado una hija.
A la carrera militar de Guzmán corre paralela su actividad financiera. Así, para la toma de Tarifa, prestó al rey Sancho 100.000 doblas, recibiendo a cambio por juro perpetuo Zafra, Zafrilla y Halconera.
Ya antes de casarse había ejercido como "corredor", mediando para que el rey Yusuf prestara al rey Alfonso 60.000 doblas, de cuyo préstamo desconocemos cuánto beneficio obtuvo el de Guzmán.
La defensa de Tarifa del ataque musulmán, en donde sacrificó la vida de su hijo Pedro Alfonso antes de entregar la plaza, le valió a Guzmán el sobrenombre de "El Bueno" y el privilegio regio de ser Señor de Sanlúcar.
Tras este infeliz desenlace, Doña María Alfonso Coronel con un hijo menos, sus genitales cauterizados y el dolor producido por las infidelidades de su marido, vivirá la etapa de sosegado y fructífero poblamiento del Señorío de Sanlúcar: el amurallamiento de la villa, la erección de la primitiva iglesia de Santiago y el trazado de las dos calles principales.
En 1309 quedó Doña María viuda. Su marido fallecía en Gaucín herido mortalmente por una ballesta mora cuando se dirigía al sitio de Algeciras. Sobrevivió a su marido veintiún años; a su hijo mayor, Juan Alonso, con sólo veinticuatro años, le vio convertido en Segundo Señor de Sanlúcar; a su hija Isabel casada con Hernando Pérez de León; y a Leonor con Luis de la Cerda.
Repartió sus bienes entre sus hijos en vida. Vivió en Sevilla, de donde fue expulsada a causa de las luchas nobiliarias allí producidas. Ya en Sanlúcar se le murió un nieto con nueve años en el patio del Alcázar Viejo a causa de la cornada que le dio un cervatillo. En 1330 murió Doña María Alfonso, la primera Señora de Sanlúcar, y en Sevilla, bajo el monasterio de San Isidoro del Campo, reposa cerca de su marido.
Para conocer algo más sobre estas dos figuras históricas -Doña María Coronel y Guzmán "El Bueno"- Pedro Barbadillo Delgado nos habla con mayor profundidad de ellas en su libro Historia Antigua y Medieval de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz, 1945).
Santiago Pérez del Prado
Sanlúcar Información Número 152
05/11/1996
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